lunes, 28 de enero de 2019

Un diario de alegría.

Sí, a veces tenemos que tropezarnos con la vida para valorar lo que realmente nos hace felices. En estos días he re-descubierto que me hace feliz enseñar, que me hace feliz poder compartir con personas, sentirme querido, poder querer.

Ahora que escribo esto, pienso en un vídeo que me enviaron ayer. La escena es una chica haciendo esta pregunta: Si voy caminando con una taza de café, pasa alguien y me empuja y se riega el café... ¿qué hizo que se regara el café? la respuesta obvia es que "me empujaron", pero ella plantea que, por el contrario, el café se regó porque tenía café en la taza.

Un ejemplo que puede sonar tonto, pero que me ha hecho reflexionar acerca de qué tengo en mi vida para regar. ¿Qué pasaría si alguien se tropieza conmigo? o incluso, ¿qué pasaría si yo mismo tropiezo con alguien?, ¿qué sería lo que se riega? Hoy, en este momento, decido que es alegría, gratitud, satisfacción y tranquilidad. Eso es lo que tengo en mi taza.

Sin importar qué puede traerme la vida, hoy estoy agradecido más que nunca por lo que ha traído. Por haberme brindado muchas oportunidades para hacer lo que me hace feliz, por estar con quienes me hacen feliz.

Hoy me siento simplemente feliz. Quizás no tengo todo lo que quisiera, pero sé que lo que tengo ha sido con mucho esfuerzo y  sobretodo, que me lo he ganado con mi esfuerzo. Que quienes están a mi lado, están por convicción.

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