jueves, 17 de enero de 2019

¿Entrenamiento o Aprendizaje?

Sí, lo sé. Acepto que tengo años diciendo que, para mí, no es relevante la distinción que se hace entre Entrenamiento, Capacitación y Aprendizaje. De hecho, son conceptos que en mi criterio se utilizan indiscriminadamente en el mundo de las organizaciones laborales.

Más allá de buscar distinciones, el proceso de entrenamiento organizacional está en mora de inclinarse por generar verdaderos aprendizajes. Más allá de preocuparse por el proceso administrativo que bien está expuesto en los principios del Diseño Instruccional, es importante que los profesionales de la capacitación organizacional nos interesemos por entender, asumir e implementar cómo aprenden los adultos, cuáles son sus intereses, cómo regulan su aprendizaje, y qué hace que las experiencias a las que están expuestas sean realmente provechosas para el aprendizaje.

Es hora de integrar teorías de aprendizaje de adultos, es hora de escudriñar todo lo que se ha estudiado con relación al desarrollo de la experticia, con relación a las comunidades de aprendizaje y de práctica, con relación al aprendizaje experiencial, al modelamiento de competencias, al aprendizaje autodirigido y muchas cosas más.

El aprendizaje organizacional no puede ser sólo 70-20-10; es momento de llevarlo a otro nivel, a un nivel profesional real en el que las personas que hacemos parte de las organizaciones sintamos que de verdad, estamos aprendiendo y estamos creciendo. Es hora de innovar, de mirar hacia la academia (y, claro, que la academia mire también hacia las empresas) para generar e integrar prácticas basadas en la evidencia. Es hora de que velemos por tener organizaciones y personas que aprenden en nuestro país.


No hay comentarios:

Publicar un comentario