miércoles, 12 de diciembre de 2018

Por más amaneceres así...



Esta mañana, mientras me dirigía al aeropuerto de la ciudad de Monterrey, en México, me encontré con este hermoso amanecer. En Colombia, tenemos por costumbre sobretodo ver los atardeceres. Por ejemplo, cuando estamos en la playa, usualmente nos quedamos hasta ver cómo el sol pareciera perderse en el mar, cómo lentamente se va limitando su figura redonda hasta perderse por completo.

Pero, me atrevo a decir, somos poco contemplativos de los amaneceres. En las mañanas tenemos más prisa para prepararnos y estar listos para iniciar nuestras labores, por salir de nuestras casas a tiempo para no llegar retrasados, o quizás por tener la posibilidad de tener cinco minutos más para dormir - o al menos, para mantener cerrados nuestros ojos.

Pocas veces nos damos la oportunidad de contemplar el amanecer, de deleitarnos con cada rayo de luz que nos regala el sol. Pocas veces nos damos el espacio para sentir plenamente cómo la oscuridad se transforma en luz cada mañana, dejando atrás el frío, dejando atrás el ayer.

Hoy, cuando vi los colores de este amanecer, me dí ese espacio. Me permití ser conciente de lo que significa el sol, de lo que me trae la luz del día, de las oportunidades que llegan con cada amanecer, de las cosas que se quedaron en el ayer, en el pasado. 

Hoy, cuando vi los colores del amanacer, pude dar gracias a la vida por permitirme respirar un día más, por darme la oportunidad de seguir trabajando en las cosas pendientes que quedaron ayer y por sentir que un amanecer representa nuevas posibilidades para el hoy.

1 comentario:

  1. Eso es mindfulness, capacidad de vivir la experiencia del hoy, con todos los sentidos.

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