Recuerdo que, por allá cuando tenía 11 o 12
años, al salir del colegio, me gustaba ir al aeropuerto El Dorado de la ciudad
de Bogotá, a ver los aviones y las personas que iban y llegaban. Por aquella
época, el aeropuerto tenía en el segundo piso un gran ventanal que permitía ver
los muelles de abordaje, y las aviones que salían y llegaban de mi ciudad.
Recuerdo que me emocionaba ver llegar vuelos desde muchas ciudades, dentro y
fuera de Colombia, y que me gustaba sentarme a imaginar cómo serían esos sitios
maravillosos, cómo serían sus casas, sus calles, su estilo de vida.
No puedo negar que sentía envidia de las
personas que iban y venían, de las personas que se despedían de sus familiares
para cruzar aquellas puertas de vidrio, forradas con papel blanco, que daban al
área de inmigración y que, para mí, significaban (y aún significan) el inicio
de una aventura, de un viaje que quizás te lleve a algo desconocido.
Ahora que pienso en aquellos años y en todas
las veces que me encontré solo, en el segundo piso del aeropuerto El Dorado, me
doy cuenta que todo tenía una razón de ser, me doy cuenta que una de las cosas
que me caracterizan es mi interés por conocer, por descubrir, por estar donde
no he estado antes, por avanzar, por exponerme a sitios, a culturas, a personas
que han vivido vidas que no me alcanzo a imaginar. Por supuesto, también me doy
cuenta que aquellas idas al aeropuerto indicaban mi deseo profundo de “conquistar”
el mundo, de llegar más allá de donde mis “limites” me lo permitían, de
alcanzar lo que era inimaginable para mí, para mi entorno.

La vida misma es un viaje, es un recorrido que
me ha mostrado diversos paisajes, diversos puntos de vista, diversas altitudes,
y diversos pisos climáticos. Cuando hoy pienso en qué me caracteriza, me
respondo que quizás mi mayor cualidad se resume en una frase: “soy un viajero” de la vida, del mundo,
de experiencias, de retos, de aprendizajes, de sueños y de realidades. Espero que
la vida me siga mostrando oportunidades para viajar, para soñar, para descubrir
y para hacer que las cosas pasen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario